domingo, 10 de abril de 2011

Un dia, se nublo el cielo

Había una vez una mujer sencilla, ella era muy feliz cuidando de su marido y de sus hijos.
Le gustaba estar en casa cuando volvían sus hijos del colegio y escuchar de las aventuras que tuvieron ese día.
Siempre tenia la casa limpia y la comida calentita para cuando volvía su marido de trabajar.
Le gustaba llevar a sus hijas a clases de baile y a su hijo a entrenamiento de fútbol.
Se reía mucho con sus hijos cuando hacían payasadas de bebes.
Cosía vestiditos para sus nenas y hacia muchas manualidades para pasar el tiempo hasta que venia su familia a casa después de un día en la escuela y el trabajo.
Si su familia era feliz, ella también, no pedía nada mas de nadie, su mundo era su familia.

Un día, se nublo el cielo.
Apareció la bruja mala del sur.
Todo se puso oscuro. La bruja mala formulo un hechizo.
Rápidamente hizo que el hombre pare de querer a su esposa y como el marido no era de corazón puro, se dejo llevar por la bruja mala.
Pronto llego el día que el dejo a su mujer y a sus hijos y se fue muy lejos a vivir con la bruja.
La mujer y sus niños pequeños quedaron muy triste y no entendían porque se fue el hombre que los debía proteger.
La mujer trato de que sus hijos no vieran su corazón partido y lucho para mantenerlos feliz.
Encontró un trabajo para poder alimentarlos pero se iba a trabajar con mucha tristeza porque sabia que ya no estaría mas en casa esperándolos cuando volvían del colegio para escuchar sus aventuras.
Pero no se quería perder ni un momento de las vidas de sus hijos, ahora ella las escuchaba entre bostezos cuando sus hijos estaban en la cama.

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